¿Que haría yo si fuera Daniel Ek, CEO de Spotify? ¿En qué clase de producto convertiría Spotify si fuese Donna Romer, VP de producto?

Normalmente en #InformeLanaspa analizamos historias en el pasado, analizamos lo ocurrido y aprendemos sobre ello. Hoy quiero que os suméis conmigo en el ejercicio de proyectar hacia el futuro.

Vamos a realizar el ejercicio de ponernos en los pies de una VP de producto y plantear cuestiones sobre dónde tendría sentido a nivel estratégico que se pusiese los esfuerzos Spotify desde un punto de vista de teoría plataformas y siempre desde nuestra humilde opinión.

Punto de partida

Spotify se está convirtiendo en el producto digital por excelencia para todo aquello que entre dentro de la palabra audio. Se convirtió en nuestro producto por defecto para escuchar música y está haciendo un magnífico trabajo con la introducción del podcast.

Esto quiere decir que Spotify nos posee a nosotros, a los usuarios, a los consumidores de audio. Por eso todas las grandes productoras se acercan a Spotify y lo utilizan como canal de distribución.

A alto nivel, dentro de la cadena de valor del audio, Spotify se sitúa como el distribuidor final del contenido. Posee a los usuarios, pero no a los artistas.

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Los canales de distribución tienen un recorrido próspero si no tienen competencia, sin embargo, en plena época digital un modelo de negocio de plataforma digital ofrece un crecimiento aún mayor si cabe.

Desde mi punto de vista, Spotify tiene la capacidad de convertirse en una gran plataforma digital y ampliar su portfolio de contenido si consigue atacar dos grandes frentes:

  1. Conseguir la desintermediación de sus creadores de contenido.
  2. Crecer en contenidos abriéndose a contenido en directo.

Crear música

Todos tenemos una cámara en nuestro teléfono móvil e Instagram nos permitió que a golpe de pulgar que pudiésemos editarlas y ponerles un filtro. Instagram nos convirtió a todos en fotógrafos.

¿Por qué Spotify no nos puede convertir a todos en músicos? Nuestros dispositivos móviles tienen la capacidad de grabar sonidos, ¿por qué no tenemos una capacidad de edición músical a golpe pulgar?

Spotify, dentro de la cadena de valor de la música, posee a los oyentes, a los usuarios, pero no tiene incluidos en su plataforma a los artistas. Los grandes músicos vienen de la mano de acuerdos carísimos con discográficas que se quedan con la mayor parte del pastel.

Desde luego, los grandes artistas no van a generar sus grandes piezas músicales a golpe de pulgar, pero es posible que muchos pequeños usuarios o artistas si que se lancen a hacer pequeños audios si se les da las herramientas adecuadas.

Esa puede ser la manera de comenzar a andar el camino de la desintermediación, facilitando la creación de contenido.

Como vimos en informes anteriores en los que analizábamos la teoría detrás de las plataformas digitales, si Spotify quiere crecer, debería dejar de ser un mero distribuidor e incluir a los creadores de contenido dentro de su plataforma para nutrir de mejor manera a sus actuales consumidores de contenido. Ahondando el faceta social del audio.

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La inclusión de capacidades de generación de contenido que facilite la creación de música, podcasts u otros tipos de audio debería comenzar a formar parte de su estrategia si quiere realmente optar a crecer como una gran plataforma digital y aprovecharse de todos los círculos virtuosos que éstas generan.

A mi, personalmente, me gustaría poder ser músico o locutor de radio con mi móvil de la misma manera que Instagram me permite ser fotógrafo. Spotify debe buscar democratizar la creación de contenido sobre su plataforma, el audio cada vez está cobrando más fuerza y Spotify debería ser su plataforma de consumo y creación por defecto.

Una plataforma que conecte artistas y oyentes.

Directos

Por otro lado, Spotify está tremendamente centrado en contenido bajo demanda, tiene una enorme biblioteca de música y podcasts que se pueden consumir en cualquier momento y que fueron creados en el pasado.

Sin embargo, cada vez se están popularizando más los streamings. En el mundo del video los streamers generan contenido en directo que solo se puede ver en ese momento, lo que genera altas dosis de engagement con la plataforma y con los creadores de contenido.

Spotify es la aplicación en la que pensamos por defecto a la hora de consumir música. Spotify está perfectamente posicionada para ser la herramienta de reproducción de conciertos en directo de nuestros artistas favoritos. Y de monetizarlo.

¿Tiene sentido poderte llevar, por un precio reducido, al concierto en directo de tu artista favorito? ¿Pueden incluso los artistas generar conciertos puramente para streaming de manera recurrente como ya se hizo durante los meses de confinamiento y pandemia?

¿Tiene sentido que Spotify ofrezca capacidades para crear programas de radio en directo? Todo un mundo por recorrer. Cuidado con Clubhouse.

Datos y desintermediación

Al poseer la parte de la cadena que hace de interfaz directa con los consumidores, Spotify tiene una ventaja competitiva enorme. Poseer a los usuarios implica, en el mundo digital, poseer todos los datos de comportamiento y consumo de audio de la sociedad en general.

Spotify tiene la capacidad de ver patrones de consumo antes que las grandes discográficas e incluso cruzar información de consumo entre contenidos de diferentes discográficas. Ofrecíendole una vista privilegiada de las tendencias y patrones ocultos en el mundo del audio.

Toda esta información le permite, a mi juicio, dos grandes cosas en pro de la desintermediación de la cadena de valor:

  • Por un lado, podría ofrecer información de consumo de contenido a los creadores de contenido con una granularidad nunca antes vista… ¿Con qué otros grupos se identifican tus oyentes? ¿Cuando te escuchan tus oyentes? ¿Cuáles son las partes más escuchadas de tus podcasts, obra músical o canción?
  • Por otro lado permite detectar artistas emergentes antes que las discográficas y le permite potencialmente firmar acuerdos directamente con ellos basándose en patrones de consumo y no a través de corazonadas o instito como a veces tienen que hacer las discográficas.

Me encantaría que Spotify se convirtiese en una gran plataforma tecnológica a nivel mundial frente al monopolio americano o asiático de este tipo de plataformas, mi pequeño corazoncito europeo me lo pide. Desde este humilde rincón de la red aporto mi pequeño granito de arena a la causa.