Hace treinta años, Internet surgió como un lugar donde la información se podía compartir de manera totalmente libre y global. Hoy, a cada persona a la que le preguntes tendrá una idea diferente sobre cómo éste ciberlugar tan complejo debe regularse y por quién.

Internet desnacionalizó de alguna manera al individuo en el ciberespacio permitiendo traspasar todas las fronteras levantadas en el mundo físico y permitiéndole acceder al conocimiento de todo el planeta.

Sin embargo, existen tendencias gubernamentales que buscan trasladar las fronteras físicas a la red redes…

La fragmentación

Splinternet es un concepto que explica muy bien zorraquino en su diccionario digital:

"Fenómeno que implica la existencia de varias redes de internet de alcance local, divididas por las fronteras geográficas de los diferentes países y reguladas por las leyes nacionales, lo que deriva en la fragmentación de la World Wide Web tal y como se conoce hoy, para convertirse en una serie de Internets gestionadas como universos paralelos, autónomos, separados y privados."

Un poco contradictorio con el conjunto de principios con los que se forjó Internet… ¿No era el sueño de Internet crear una red de información global, con protocolos que permitieran interconectar cualquiera de sus nodos y a sus usuarios entre sí?

El concepto Splinternet se utiliza generalmente cuando se habla de China y más recientemente de Rusia. No obstante, existen otros lugares donde este concepto también empieza a tomar fuerza. Emepecemos nuestro pequeño viaje por Oriente, donde éstas prácticas han avanzado mucho más rápido.

Oriente

Seguro que a más de uno lo primero que se os ha pasado por la cabeza es la imagen del gran firewall chino. Es algo de lo que ya hablamos aquí hace un año y que desde luego es la punta más avanzada de esta Balcanización de Internet por tamaño.

No obstante, China está planteando ir un paso más allá. Está planeando crear sus propias tecnologías que fundamentan la red: una nueva versión del servicio TCP/IP y de los servicios de DNS entre otras.

Estos movimientos no tratan ya simplemente de levantar fronteras, si no que buscan cambiar el idioma en el que las máquinas se hablan entre sí para crear un silo totalmente aislado a nivel de comunicaciones. Solo las máquinas conocedoras de este protocolo podrán acceder.

Más allá de China, los países a su alrededor están realizando movimientos similares.

Corea del Norte construyó hace ya veinte años, utilizando esta vez los mismos protocolos de Internet, su propia intranet nacional bautizada como Kwangmyong (luz brillante) de la misma manera que lo ha hecho China.

Rusia también empieza a formar parte de este selecto grupo de países. Putin lanzó la Ley de Internet Independiente que entró en vigor en noviembre de 2019, pero tenía como fecha de implantación enero de este año, hace 3 semanas.

Con esta ley, Rusia ya tiene todas las herramientas necesarias preparadas para desconectarse totalmente de Internet y bloquear acceso a todos los sitios que desee a través de los proveedores de servicio rusos.

Occidente

¿Estamos en occidente a salvo de esta fragmetnación de la red? Desde luego nos encontramos en una posición privilegiada frente a los países que hemos estado viendo, pero existen cuestiones que empiezan a moverse y que debería ponernos mínimamente en alerta.

Hace unas semanas estaba curioseando algunos informes de la Unión Europea para entender qué planes a largo plazo sobre digitalización tiene encima de la mesa el Parlamento Europea y me topé con éste.

Un reporte solicitado por el Parlamento Europeo a un think tank que le asesora en entender qué nuevos servicios digitales se han de promover en la Unión Europea.

El primer punto de acción que recomienda el informe solicitado por el Parlamento Europeo es el de desarrollar una nube europea pero también un Internet europeo y cito textualmente:

"Como el firewall de China, este Internet europeo permitiría bloquear sitios y servicios web que aprueban o apoyan conductas ilegales de países terceros".

Estos son los primeros visos de tener la infraesturctura preparada para poder bloquear sitios a nivel europeo en base a decisiones políticas.

El concepto de Splinternet no es sólo el producto de bloquear el acceso a Internet, a veces es suficiente simplemente con aumentar las barreras para encontrar la información que se busca y no paro de pensar en el reciente movimiento de Facebook eliminando cualquier enlace a medios de comunicación dentro de su plataforma en Australia.

¿A dónde vamos?

¿Caminamos hacia una fragmentación de Internet? Después de lo visto, parece que la dirección que estamos eligiendo es clara, un Internet dividido en regiones, con pasaportes de acceso y leyes diferentes en cada sitio.

El siglo XX estuvo marcado por los grandes nuevos nacionalismos que se encargaron de definir de manera mucho más concreta las fronteras entre territorios. Fronteras que definían los derechos que unos ciudadanos poseían al estar en un territorio u otro.

El siglo XXI comenzó con el nacimiento de Internet y la ruptura de todas estas fronteras a nivel digital, lo que nos ha permitido alcanzar un nivel de conocimiento compartido a nivel global sin precedentes.

No creo, y tampoco espero, que la Balcanización de Internet vaya a ser una tendencia que se imponga en Occidente, pero si que es preocupante que alrededor de un 25% de la población mundial no tenga acceso de manera completa y libre a Internet.

Me preocupa que tan siquiera podamos imaginar algo similar aquí, en la Unión Europea.