Ya hablamos sobre qué era la web3 hace un año. También introducimos el concepto de DAOs como esas comunidades autónomas nacidas de manera nativa sobre la propia web3.

Hoy, quiero compartir con vosotros mi reflexión sobre la oportunidad que se presenta en el sector financiero al albor de estas nuevas comunidades que se están creando en la Web3 y que, por su naturaleza, generan tokens descentralizados para operar internamente.

¿Qué son los tokens?

La tendencia es que las nuevas empresas que nacen sobre la web3 con un concepto de comunidad por detrás lanzan al mercado “tokens” que les permite financiarse sin necesidad de pasar por las manos de los VCs o banca de inversión tradicional a través de las denominadas ICOs.

Estos tokens son adquiridos por la comunidad que cree en el proyecto con el objeto de financiarlo y a su vez sirven para poder adquirir productos y servicios u operar dentro de la nueva comunidad creada.

Están diseñados para funcionar como un medio de intercambio descentralizado, independiente de una institución financiera o cualquier otra autoridad central y para servir a la comunidad sobre la que se ha creado.

Punto lucrativo

No obstante, si miro a mi alrededor, en la mayoría de escenarios, los usuarios buscan adentrarse dentro de estas comunidades para beneficiarse del progreso de las mismas.

Si las comunidades progresan adecuadamente, existe la hipótesis de que la demanda de su token superará a la oferta, y como si de una materia prima se tratara, su precio subirá para equilibrar el mercado.

De alguna manera, estos tokens pueden asemejarse al pétroleo en la economía actual.

Se puede usar para producir valor añadido dentro de la industria petrolera convirtiéndolo en otros subproductos, pero su precio sube o baja dependiendo de la demanda y oferta estructural.

Por lo tanto, volviendo a la web3, si las comunidades progresan adecuadamente se espera que dicho token se pueda vender en el futuro a un precio mayor al generarse mayor demanda vs. la oferta que existirá.

A través de esta persepectiva puramente financiera de observar el token como un activo financiero y no como una tecnología para adquirir servicios dentro de la comunidad, se puede observar como se necesitan capacidades financieras a su alrededor que a día de hoy no existen.

Una industria nueva

Por esta razón, mi hipótesis es que se ha de trasladar casi cualquier concepto de la industria financiera tradicional a la web3. Y está todo por hacer.

Existe todo un mar de oportunidades en replicar los conceptos que ya funcionan en la industria financiera hoy en día en la web3 apoyándonos en esta visión de los tokens o criptomonedas como un activo financiero más. ¿Por qué?

La gran diferencia con el resto de activos financieros existentes a día de hoy es que las criptomonedas funcionan en infraestructuras tecnológicas muy alejadas de la banca tradicional, lo que les convierte en un “blue ocean” de manual.

Si nos fijamos en la industria financiera actual y damos por válida la hipótesis de que las criptomonedas han llegado para quedarse y hacer crecer a sus comunidades, se va a tener que crear toda una industria capaz de:

  • Crear herramientas y capacidades para analizar todos estos activos financieros digitales.
  • Tener empresas de rating y análisis de los diferentes riesgos sobre estos activos.
  • Educar a analistas que informen de sus evoluciones y posibles problemas estructurales.
  • Crear vehículos financieros que faciliten el acceso a estos tokens independientemente del mercado donde se opere.
  • Generar préstamos o servicios de banca tradicional.
  • Procesas seguros, derivados o futuros.
  • Ofrecer tarjetas de crédito o medios de pago digitales…

En definitiva, si creemos que las comunidades de web3 van a prosperar y por lo tanto lo haran sus tokens descentralizados, existe todo un universo de oportunidades a los que estoy seguro que la banca tradicional no va a saber llegar con velocidad.

¿Quién llegará primero?