Siglos atrás los monarcas y líderes de la época, creaban fosos alrededor de sus castillos y palacios para protegerse frente al enemigo. El foso permitía que el enemigo tuviese dificultad a la hora de acceder a la fortaleza y daba la oportunidad a las defensas del castillo a contraatacar desde una posición ventajosa.

La idea de crear estructuras defensivas que protegiesen frente a invasiones y que permitiesen tener posiciones ventajosas es algo que se ha trasladado al mundo empresarial de hoy en día y que marca también la supervivencia de las empresas y productos a largo plazo.

Que es un “moat”

Warren Buffett popularizó el término “moat” (foso en inglés) al referirse a esas ventajas y sistemas de defensa únicos que debían de poseer los negocios para que el decidiese invertir. Un moat es una ventaja competitiva perdurable en el tiempo e intrínseca al negocio.

Es más, el propio Buffett incluso mantiene que no le importa que las empresas en las que el invertie no cumplan los objetivos financieros algunos años si dicho foso sigue creciendo año tras año.

Los fosos defensivos son importantes porque permiten aislar los productos con una barrera defensiva que en época de vacas flacas evita que la competencia o el mercado los destruya y que además ofrece la oportunidad de atacar a la competencia desde una posición de ventaja.

El listado de moats es bastante extenso en sus diferentes variantes, sin embargo, en el mundo digital actual existen 3 grandes grupos de moats que predominan.

Efecto de red

El primero de ellos es el denominado efecto de red. Este foso es típico de las grandes redes sociales de la última década: Whatsapp, Facebook, Twitter… A través de este foso, cuantos más usuarios forman parte de la red, más dificil es para otras redes hacerle competencia en ese nicho de mercado.

El moat de efecto red hace que solo por el mero hecho de que todos nuestros contactos utilicen Whatsapp no nos cambiemos a otro producto pese a que haya multiples productos sustitutivos con idéntica o incluso mayor funcionalidad como Telegram o WeChat.

Switching cost

Por otro lado, el caso de la empresa Automatic Data Processing (ADP), una de las empresas de gestión de recursos humanos más grandes del mundo nos demuestra el segundo moat predominante en la industria del software: El switching cost.

ADP gestiona dos de las tareas más críticas dentro de cualquier organización: nóminas e impuestos. Las empresas que ya han contratado y confían en ADP para manejar sus documentos y datos más confidenciales tienen un umbral de cambio más alto que el que tendrían con una relación menos crítica en el día a día.

El switching cost es el foso generado por un producto digital cuando se adentra tanto en la vida diaria de otros negocios que resulta complicado o muy doloroso cambiarlo. SAP u Oracle son otras empresas que también disfrutan de este foso.

Una marca

Otro de los moats que aparecen la industria digital son los fosos producidos por una impresionante imagen de marca. Apple es un gran ejemplo. Las empresas que tienen este moat pueden conseguir que sus clientes paguen una prima por sus productos solamente por su reputación.

Cuando una empresa tiene una marca lo suficientemente poderosa, tiene poder de fijación de precios porque sus clientes compran en función de algo que va más allá del precio. Si digo Coca-cola también entenderemos este moat, pese a tener productos sustitutivos en el mercado, nuestro subconsciente prefiere comprar Coca-cola a Pepsi.

Como decimos, estos 3 moats no son los únicos existentes, existen otros moats en la industria. Tener el producto de más bajo coste o los derivados de gestión de activos únicos (digitales o físicos) y monopolios son otros ejemplos. Si queréis investigar un poco más, podéis empezar por aquí.

Longevidad

Es importante es conocer cuales son los moats de nuestros productos o negocios digitales, ¿que es lo que nos hace únicos y nos permite cada día cabar un foso defensivo mayor? ¿Qué es lo que hace que nuestros clientes no nos cambien por el producto sustitutivo más similar?

Es importante tenerlo identificado y dedicar el tiempo necesario en nuestros roadmpas para hacerlo crecer, de otra manera llegará el día en el que apareceran productos o servicios sustitutivos que nos intenten conquistar.

Tener un moat en nuestro negocio es lo que asegurará la longevidad de nuestro producto o servicio y la supervivencia a largo plazo.

No hay nada peor que intentar combatir a un producto sustitutivo cuando ya ha cabado su foso defensivo y nosotros no. Dediquemos tiempo en nuestros roadmaps a ensanchar y cabar fosos más profundos, aprendamos de los monarcas y castillos de antaño.